"No camines detrás de mí, puedo no guiarte.
No andes delante de mí, puedo no seguirte.
Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo"
(A. Camus)


martes, 13 de enero de 2015

La trampa de mal-vivir...

         
                          
                         


Se nota enseguida al que nada tenía preparado. Una vez puedes improvisar. La segunda se nota. En la tercera quedas retratado. El cariño, la cercanía, el afecto, la sinceridad o la amistad no se improvisan. Quien no se acuerda de ti o de tus cosas o fechas destacadas es que no te tiene en cuenta. No se puede ocultar tras la careta del disimulo. Las intenciones quedan al aire.

Sinceridad. Responsabilidad. Saber renunciar a lo propio en beneficio de los que me rodean. Aquel o aquella cuya historia es la única que se cuenta, cuyos problemas si son los realmente importantes, los que convocan en dificultades pero se ausentan en las de los otros. Caraduras, aprovechados, parásitos, jetas... los adjetivos son variados. El resultado es siempre el mismo: cansacio, desilusión. Siempre, claro, por ambas partes.

Quizá la soledad se convierte en trampolín de búsqueda, pero sólo para remedio de una insatisfación. O el carácter o la aparente necesidad o simplemente el intervalo de un tiempo que necesariamente sigue buscando otro compás. No dejamos de ser arpegios fáciles de una sinfonía a la que no servimos más que como mero preludio.

Ser uno mismo, pero luchar por mejorar. Siempre perdonas al que no llega o se despista. Se reconoce al que lo intenta y no llega. No se trata de que todos entren por mi colador, sino de saber hablar, juzgar, perdonar, enseñar, respetar, ayudar...

Vivir, pero compartiendo. Vivir, pero no calculando sólo una meta, sino varias: las de aquellos que forman parte de tu vida. "Rede in te, ibi habitat veritas", sentencia el adagio latino. Descubre dentro de ti, la verdad allí habita... Nada se descubre, todo está ya dentro de ti. Sólo requiere quitarle las capas de soberbia, pereza, ira, vanidad, jucios rápidos, prontos de carácter... 

Sólo eso, pero todo eso...