
Pero algún día bastará, "algún día volveré a vivir"... eso piensa, día tras día, aliento tras aliento...
Pero algún día bastará, "algún día volveré a vivir"... eso piensa, día tras día, aliento tras aliento...
¿La solución?
Afrontar la vida juntos; saber decir "te necesito", o quizá un "Te quiero de verdad"; no vivir en el egoísmo absoluto de mi "yo y mis circunstancias"; saber dialogar, ayudar, buscar apoyo. Saber aconsejar y sentirse necesitado de consejo. Vivir luchando, esforzándose, no sentándonos en el camino de la vida a llorar nuestras penas, sino secándolas para descubrir quién camina con nosotros...
Ser libre, ser auténtico, ser uno mismo. Un camino para toda la vida, un reto para pensar y reflexionar... No me extraña que los budistas piensen que se reencarnan decenas de veces... Pero lo peor sería tirar la toalla, buscar otra vida, vivir doble vida, escapar: ¡No! La cara hay que darla sin miedos... pero sé que Utopía está cerca de esta opinión.
Lo mejor es ayudar; dejarse ayudar, pedir ayuda, dejarse ayudar. No creerse con la razón, ser social -¡pero de una sociedad verdadera!-... Es difícil, pero no imposible.
¿Dónde estará el término medio?