"No camines detrás de mí, puedo no guiarte.
No andes delante de mí, puedo no seguirte.
Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo"
(A. Camus)


martes, 31 de enero de 2012

¿Soy capaz de vivir?


Una de las experiencias más frustantes de la vida es cuando no saben corresponder a todo el cariño, preocupación, o por lo menos interés que pones tú primero en las cosas. Te preocupas de organizar un detalle, un viaje, una aventura... y a la otra persona parece que le da igual. Es, en verdad, algo decepcionante. Parece te quitan las ganas de volver a meterte en otra. Y no digamos nada cuando en esa persona lo que depositas son esperanzas, que a la vuelta de la jornada se quedan en nada.
Pero la vida también tienen sus sopresas: te afanas en conseguir algo importante para tí, quieres que toda te vaya bien y es cuando aparecen la enfermedad, los disgustos, los fracasos. O sea, que otro "fracaso"...
Por eso ¿dónde está el auténtico secreto para poder saber vivir? Sencillo: en uno mismo. Escribía Baudelaire: "Il faut être ivre. Tout est là: c'est l'unique question. Pour ne pas sentir l'horrible fardeau de Temps qui brise vos épaules et vous penche vers la terre, il faut vous enivrer sans trêve. Mais de quoit? De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise. Mais enivrez-vouz"... Que viene a ser algo como así: ‎"es necesario estar siempre ebrio. Eso es todo: la única cuestion. Para no sentir el horrible fardo del tiempo que pesa sobre vuestros hombros y os inclina a tierra, deberíais estar ebrios sin respiro. Pero, ¿de qué? De vino, poesía o de virtud, lo que queráis. Pero embriagaos."
Y de eso se trata. En la vida hay que tener "algo" más. No se trata de ir viviendo sin más cada día como si en él nada especial pudiera encontrar. Hay que hacer de cada día poesía: de entrega, de tristeza, de esperanza, de alegría, de pasión... cada día es una oportunidad para no dejar pasar de lado cada persona, cada momento. La vida en sí misma poca cosa es, en cambio cada momento bien aprovechado nos hace felices y esos e contagia. Es verdad que habrá días de enfermedad, de desgracia, de tristeza. Pero lo sembrado en el corazón, florecerá. No en un tímido sueño nostálgico de lo que pudo haber sido, sino en lo que realmente es: ¡tú mismo! Que más allá de la dificultad sabes descubrir que lo más importante eres TÚ, y no los accidentes, las circunstancias, lo eventual, las respuestas decepcionantes de los demás o de la vida.
Todo depende de lo que quieras ver cada mañana o cada tarde reflejado en el espejo de tu vida: una lucha o una derrota, una pasión o un drama, una esperanza o una tristeza. Un yo o un "saco de problemas"... La respuesta la tienes delante de tí en un solo camino: seguir luchando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario