"No camines detrás de mí, puedo no guiarte.
No andes delante de mí, puedo no seguirte.
Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo"
(A. Camus)


miércoles, 27 de mayo de 2009

nos ponen difícil creer

Antiguamente se decía que un incrédulo era uno que no creía en nada; donde salió el chiste que dice: "-¡Yo no creo más que lo que entiendo! -¡Ah, con razón la gente dice que no crees en nada!".
Pero, más allá del chiste, vivimos en un mundo en el que todos nos piden tener fe, o algo parecido: el que te vende la lavadora, el que te llama ofreciéndote adsl, el presidente del gobierno, el jefe de la oposición... Todo el mundo nos garantiza que lo suyo es lo mejor.
Por eso a veces pienso que vivimos en el mundo de los "tontos de la chistera": todos tienen respuesta para todo, soluciones para todos los problemas, todo lo suyo es bueno ¿pero pensarán eso de los demás? ¡lo más grave!: ¿pensará el pedorro que intenta semana tras semana endingarme esa mierda de enciclopedia que soy un tonto pringao y que va a acabar vendiéndomela? ¿viviremos en un mundo ególatra, de comtempladores-adoradores de su propio ombligo?
Por eso es importante preguntarse ¿seré yo de esos? ¿será mi ombligo el centro de mi vida? ¿son los demás coprotagonistas de mi vida o soy yo el único protagonista posible?
Pues ala, a opinar ¿o seré demasiado negativo en mis apreciaciones?

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